Cientos de personas al día esperan ansiosos recibir la llamada de las funcionarias de la Unidad de Epidemiología del hospital de Iquique, quienes tienen la misión de informar los resultados de la prueba PCR a los usuarios que se realizaron el examen en dicho centro de Salud.

Antes de la contingencia, su labor estaba concentrada en la vigilancia epidemiológica de enfermedades contagiosas y transmisibles, como la meningitis y la tuberculosis bacteriana y enfermedades respiratorias durante todo el año. Pero con la llegada del Covid-19 a la región de Tarapacá, los últimos meses debieron enfocar su trabajo derivado de los pacientes contagiados por el Coronavirus.

“Nuestro hospital es centro centinela de Infección Respiratoria Aguda, IRA grave en toda la zona norte hasta Valparaíso. En esta región tenemos una circulación de influenza atípica, que se presenta todo el año, no como en el sur que se concentra en los meses de invierno.  Así es que antes del SARS-COV2 estábamos desarrollando una investigación sobre Virus Respiratorio Sincicial y también informando sobre los contagios por Dengue, pero hoy estamos cien por ciento enfocadas al Coronavirus”, comentó la enfermera de la unidad, Carol Araya.

Tanto ha sido el aumento de trabajo, que debieron reforzar la unidad con dos enfermeras contratadas por contingencia, además de una tercera proveniente desde la unidad de VIH, quienes junto a la administrativa digitadora y a la médica jefa, suman 6 personas que de lunes a domingo están a cargo de informar resultados y de enviar datos al ministerio.

Para la enfermera de VIH que apoya en Epidemiología, Evelyn Vergara, “este trabajo ha sido un desafío enorme, porque desempeñarse en una pandemia es muy diferente a lo que nos enseñan en la universidad. Además, manejamos muchos datos sensibles de pacientes, por lo que tenemos que manejar aspectos legales y velar por que se cumplan las garantías a los usuarios”, dijo Vergara.

Llamada

Al inicio de los testeos a mediados de marzo debían contactar a 3 o 4 personas al día para informarles los resultados de sus exámenes, pero hoy ya van entre 80 a 100 llamadas que deben realizar diariamente. Los casos negativos los dan a conocer las enfermeras, en tanto los positivos reciben la llamada directamente de la doctora infectóloga Olga López.

“Cuando llamo se dan distintas situaciones, hay personas que se ponen a llorar y preguntan si se van a morir, y hay otros que lo toman naturalmente. Algunos estaban con dificultad respiratoria y había que enviarles una ambulancia, y en medio de su angustia siguen llamando para aclarar dudas. Al poco tiempo me enteraba que pacientes con los que había hablado, murieron. incluso me ha tocado darles la noticia a personas conocidas y que quiero”, comenta López, quien hoy recibe el apoyo voluntario de seis médicos del hospital para contactar a las personas con resultado positivo.

La infectóloga recuerda que “en otras contingencias el periodo más duro era de dos meses, pero ahora llevamos cuatro meses, de lunes a domingo coordinando todos los requerimientos de las autoridades, y no sabemos cuándo parará. Hemos dejado de lado nuestra vida por tener datos actualizados para el ministerio y para contactar a los usuarios para informarles su situación”, sostiene López.

Hoy en día, las funciones de esta unidad en cuanto al Covid-19 abarcan también los registros de información en la plataforma ministerial, el rescate de pacientes cuyo resultado es indeterminado, además de la solicitud de residencia sanitaria para pacientes hospitalizados por Coronavirus que se van de alta.